El Arquillo o la Villa de El Arco, la aldea abandonada

El Arquillo es una pequeña aldea perteneciente a Cañaveral, encaramado en la sierra del mismo nombre, dista de éste unos 3 o 4 kilómetros.

Abandonado en los años 60 como consecuencia de la emigración, es sin duda, un rincón con encanto para el viajero que busca el silencio y la serenidad. Calles tortuosas empedradas por donde fluye el agua y las vetustas piedras de las casas conforman un paisaje que nos invita a escapar de lo cotidiano y a vivir lo que significa el sentimiento del olvido.

El pueblo lo conforman una docena de casas, cinco o seis calles empedradas, una iglesia, un minúsculo cementerio y un centenario olmo:

-Las calles del pueblo se hallan empedradas, tal y como estaban en los años 60, el agua de un arroyo fluye por algunas de ellas tanto en verano como en invierno.

-La iglesia, situada en la parte de arriba del pueblo aún recibe la visita periódica de antiguos vecinos y algún que otro senderista que viene de visita.

-Justo por encima del templo nos encontramos con un minúsculo cementerio compuesto por tres sepulturas tristemente profanadas.

-En una pequeña y hermosa plazoleta emerge un centenario olmo rodeado por el agua del arroyo que cruza el pueblo.

Actualmente a la entrada nos encontramos con una casa rural en venta o alquiler y con un edificio municipal de reciente construcción destinado a los peregrinos.

El entorno se está recuperando del devastador incendio forestal de 2006 que calcinó 2000 hectáreas de matorral y arbolado en sus alrededores.

Fue distinguido con los Premios ADENEX 2011 por su contribución a la conservación de la Naturaleza y del Patrimonio Cultural.

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