La biblioteca secreta de Barcarrota

En agosto de 1992 Antonia Ascensión Saavedra se encontraba realizando obras de acondicionamiento en la planta superior de su casa situada frente a la Iglesia de Nuestra Señora del Soterraño en Barcarrota. Cierto día, estando el albañil derribando un muro de la vivienda, descubrió en el interior de la pared una alacena donde se encontraban perfectamente ordenados varios libros y un manuscrito que parecían formar una pequeña biblioteca clandestina, con mucho cuidado los sacó entre el polvo y los ripios y se los entregó a la dueña de la casa. Antonia, en aquel momento no dándoles demasiada importancia los guardó. Pasaron los días y las obras terminaron, fue entonces cuando a Antonia se le vinieron a la cabeza los libros que habían aparecido emparedados y queriendo saber más sobre aquellos volúmenes realizó un periplo por diversos anticuarios y coleccionistas pensando que aquellas obras podrían tener un gran valor. Pero no fue hasta que se topó con Santiago Cuadrado el que entonces era alcalde de Barcarrota, además de historiador que al ver los documentos rápidamente supo que se trataban de un pequeño tesoro literario, por lo que decidieron ponerlo en manos de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura.

En 1995 la Junta de Extremadura adquirió todos los documentos por algo más de 15 millones de las antiguas pesetas, el insólito descubrimiento, a pesar de haberse producido en 1992 no vio la luz pública hasta el 28 de diciembre (día de los Santos Inocentes) de 1995, cuando se dio a conocer a los medios.

La biblioteca está compuesta por diez libros impresos y un manuscrito que fueron situados en el arco temporal comprendido entre 1525 y 1554. Estamos hablando en concreto de textos hebraicos y humanistas erasmistas escritos en italiano, portugués, latín, hebreo y francés. Si existe un rasgo que define a esta colección es su heterogeneidad temática, hallándose toda ella, eso si, situada dentro de un contexto herético doctrinalmente hablando. No en vano, estos libros se hallan incluidos dentro del catálogo de libros prohibidos que publicó en 1559 el inquisidor general Fernando de Valdés y Salas “índices de libros prohibidos”. El contenido de los libros explica los motivos de su ocultamiento. 

De entre los libros encontrados, cabe destacar una segunda edición de La Vida del Lazarillo de Tormes, ejemplar único de novela picaresca impreso en Medina del Campo en 1554 (la primera edición se encuentra perdida); el Libro de Alboraique, un tratado contra los conversos; un ejemplar único de la Oración de la Emparedada en portugués, oración condenada por la Inquisición por su cercanía a la superstición; una edición latina de la Lingua de Erasmo, de Erasmo de Rotterdam; dos tratados de quiromancia; un pequeño tratado sobre exorcismos; un manuscrito italiano de contenido sexual fechado en el siglo XVI y la llamada “nómina”.

La “nómina”, es un manuscrito con textos en espiral en anverso y reverso, de 11 cms. de diámetro, que se creó en Roma, el día 23 de abril de 1551 y perteneció al poeta humanista portugués de estirpe judaica, Fernão Brandão. En su interior esconde un misterioso círculo que contiene la estrella de David y la palabra “tetregrámaton” (forma críptica de designar el nombre de Dios en hebreo).

El texto de la pieza, en latín, es el siguiente: “Dichoso tú que has creído en mí, sin haberme visto. Porque de mí está escrito que los que me han visto no creerán en mí y que aquellos que no me han visto creerán y tendrán vida. Mas acerca de lo que me escribes de llegarme hasta ti es necesario que yo cumpla aquí por entero mi misión y que, después de haberla consumado, suba de nuevo al que me envió. Cuando haya subido, te mandaré alguno de mis discípulos que sanará tu dolencia y os dará vida a ti y a los tuyos”.

La relación completa de documentos hallados es la siguiente:

  • 1.- [1525]: Tricassi Cerasariensis Mantuani. Super Chyromantiam Coclytis Dillucidationes Praeclarissimae. Ad illustrissimi Dominum D. Federicum Gonzagha. Mantuae Marchionem. M.D.XXV.Cum Gratia
  • 2.- [~1525]: Alborayque
  • 3.- [~1525]: A muyto devota oraçã da Empardeada. Em lingoajem portugues
  • 4.- [1525-1550]: Dialogo Intitolato la Cazzaria del Arsiccio Intronato
  • 5.- [1538]: Lingua per Des. Erasmum Roterodamum
  • 6.- [1538]: Precationes aliquot celebriores, è sacris Biblijs desumptae, ac in studiosorum gratia[m] lingua Hebraica, Graeca, et Latina in Enchiridij formulam redactae
  • 7.- [1539]: Plusieurs traictez, par aucuns rouueaulx poetes, du different de Marot, Sagonla Hueterie . Avec le Dieu Gard du dict Marot. Epistre composee par Marot de la veue du Royde Lempereur
  • 8.- [1540]: Exorcismo adirabile da disfare ogni Sorte di maleficci , & da cacciare gli Demonii [...] provato
  • 9.- [1543]: Opera Chiamata Confusione della setta Machumetana
  • 10.- [1543]: Chyromantia del Tricasso da Ceresari Mantuano ingeniosamente estratta da i libri de Aristotile et altri Philosophi naturali
  • 11.- [1554]: La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

Sobre quien fue el dueño de esta particular biblioteca se contemplan dos hipótesis:

Una plantea la posibilidad de que su dueño pudiera ser un traficante de literatura prohibida, ¿tendría alguna relación este traficante con la secta depravada de Los Iluminados?

La segunda habla de que el dueño de estos libros podría haber sido un voraz lector de todo tipo de géneros heterodoxos, con un amplio espectro de intereses culturales. El hecho de que nos encontremos ante unos documentos escritos en distintas lenguas hace pensar que debería poseer un amplio dominio de estos idiomas, además de poseer una red de contactos que lo conectase con un mercado literario internacional en el que poder conseguir este tipo de literatura. Los únicos que en aquellos años tenían tales inquietudes literarias y ciertas posibilidades económicas eran los judeoconversos.

Sea como fuere, estudios realizados sobre los judeoconversos en Extremadura señalan como propietario de la casa donde se encontró esta particular biblioteca a un tal Francisco de Peñaranda, un médico judío converso y natural de Llerena. Desconocemos si Peñaranda era el dueño de la biblioteca o solamente de la casa donde se encontraban ocultos.

El motivo por el que fueron escondidos no sería otro que para ocultarlo de las continuas redadas en busca de herejías que desde Llerena hacía la Inquisición. Como hemos comentado anteriormente estamos hablando de libros prohibidos por el catálogo inquisitorial de Valdés y Salas de 1559 “Índices de libros prohibidos” Esta prohibición simple y llanamente se debía a los temas tratados en los documentos: exorcismo, sexo, quiromancia…

Como curiosidad decir que la “nómina” se encontró en paradero desconocido durante años, fue sacada en 1999 de la caja de seguridad de una sucursal de Caja de Extremadura situada en Mérida y llevada a la Consejería de Cultura  para hacerle unas fotografías y nunca más regresó a la entidad bancaria. La Junta no detectó su ausencia hasta mediados de 2008 cuando fue requerida para una exposición en Barcarrota y no fue hasta febrero del 2011 cuando fue encontrada, al hallarse depositada en una caja fuerte de la propia Consejería de Cultura.

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1 Comentarios

  • Manuel April 05, 2017 reply

    Santiago Cuadrado no era alcalde de Barcarrota por aquella fecha y nada tuvo que ver en todo el asunto. En la Wikipedia ya está corregido.

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