Situada en los llanos de Cáceres, a unos 15 kilómetros de la capital y próxima al río Salor se encuentra la aldea medieval de Zamarrilla, uno de los rincones con más embrujo y misterio de Cáceres.
La podemos ubicar con mayor precisión entre Valdesalor y Torreorgaz, en una finca conocida como "Heredamiento y Prado de Zamarrillas", se levanta este bello caserío de mampostería y piedra granítica, con varias construcciones todavía en pie pese a su despoblación hace más de 200 años, la aldea mantiene su belleza de piedra entre canchos con carácter nobiliario y calles casi ocultas por la maleza y el agua.
Su origen está documentado en el siglo XIV, pero seguramente date de una época anterior, posiblemente en décadas posteriores a la conquista leonesa (1229) cuando comenzaron a formarse los adehesamientos reales que tenían por finalidad la defensa de las cabañas ganaderas pertenecientes al Concejo". En el siglo XVIII llego a reunir a más de 200 vecinos, época en la que comenzó su declive ¿los motivos? Hay varias teorías:
• Fue destruida por los franceses durante la Guerra de la Independencia,
• Otros afirman que una plaga de termitas hizo huir a sus habitantes.
• Y la que hasta ahora posee más peso es que la progresiva concentración de la tierra en pocas manos produjo un éxodo de labriegos y jornaleros a pueblos y ciudades cercanas.
Actualmente está deshabitada, siendo el ganado el que ocupa el espacio, establos y cobertizos se alzan donde años atrás habitaron personas, únicamente algún ganadero acude a diario a cuidar su ganado. Tanto las edificaciones como la finca son de propiedad privada. Visitando la aldea podemos reconocer perfectamente el urbanismo original:
• Su conjunto urbano se estructura en torno a un castillo-casa fuerte situada en la parte más alta del entorno. Es la llamada casa fuerte de los Duranes, un edificio imponente en avanzado estado de ruina, construido entre los siglos XIV y XVI y abandonado en el siglo XVIII. Es el edificio que da origen al caserio, concebido para ser un elemento defensivo, fue el primero en ser olvidado. Dispone de tres plantas con numerosas dependencias, aun perduran algunos restos decorativos capaces de transportarnos siglos atrás como frisos con decoración vegetal, zócalos pintados en rojo intenso o esgrafiados.
• La calle principal que articula la aldea nos conduce desde la iglesia a la casa fuerte, ofreciendo un interesante recorrido por la arquitectura de los siglos XV y XVI
• La iglesia de traza románica o protogótica, se alza junto a una charca, de ábside pentagonal y sillería granítica, en los lados sur y oeste se alzan sendas galerías porticadas, dispone de un atrio con bellos arcos de cantería. La Iglesia se encuentra bajo la advocación de Nuestra Señora de la Esclarecida. La antiquísima talla de la Virgen, venerada durante siglos en este templo, se conserva actualmente en la Iglesia de Santiago de Cáceres. Actualmente el templo es usado como establo.
• Avanzando por la que era su arteria principal nos encontramos a derecha e izquierda diversos inmuebles en cuanto a origen y funcionalidad, entre ellos destaca una vivienda completa del siglo XV, dotada de vanos de traza gótica, ventanas abalconadas y una gran chimenea que sobresale como elemento destacado.
• En una pequeña plazoleta nos encontramos una casa monumental con aires palaciegos construida en el siglo XVI por la familia noble cacereña Los Ovando, dispone en su fachada de elementos heráldicos que no dejan lugar a dudas sobre su filiación. Es una casa-palacio imponente con espacio cerrado y ajardinado, fue el último edificio en uso, aun hoy pueden verse restos del mobiliario, de lo que pareció ser una casa de recreo o segunda residencia.
• Además la aldea dispone de diversas estructuras domesticas como casas con terrazas y casas más humildes, además de cochineras, corrales y otras dependencias para el ganado.
A modo de curiosas resaltar que en el Libro de Yerbas de Cáceres, del año 1909, aparecen los siguientes datos sobre Zamarrillas:
"El antiguo pueblo de Zamarrillas, hoy deshabitado y en ruinas, pero aún se conservan 6 casas, habilitadas para prestar servicio a los arrendatarios de esta finca, y cuya descripción es a saber: 1ª, casa llamada Palacio de los Muñoces, con 13 habitaciones, muralla, tinado para 30 reses, cuadra y pajar; 2.ª, conocida con el nombre de Casa Grande, de 8 habitaciones, muralla y 3 cuadras; 3.ª Titulada de las Roldanas, con 11 habitaciones, muralla, tinado para 12 reses, cuatro cuadras y un horno de cocer pan; 4.ª, llamada de Merino,con 5 habitaciones, un tinado para 10 reses, tres cuadras y un corral; 5ª, denominada Casa Chica, de 7 habitaciones, y 6ª, llamada de los porqueros,que consta de una habitación y un tinado. Hay además un porción de casas en ruinas, que pertenecieron al antiguo poblado, 16 cercas que en junto podrán hacer 13 fanegas, 3 zahurdas capaces para 400 lechones, una huerta de una fanega con una noria, tres fuentes de agua potable y abrevaderos en el río Salor y en una charca".
7 Comentarios
Estamos interesados en visitarla
Qué pena¡¡¡
Para empezar, no hay indicaciones hasta Zamarrilla, pero una vez encontrada, resulta que esta en una finca cerrada a cal y canto y nos dicen q no podemos entrar a ver las ruinas.No se para que anuncian algo como interesante y no estar a disposición del visitante. !!!ANDA Y QUÉ LES DEN !!
Zamarrilla no es una aldea. Es una finca bastante grande y los edificios de las fotos sus casas centrales, las de los dueños. No está abandonada, pero los dueños van poco por allí. Es normal que no existan indicaciones y sea difícil llegar... ¡es un espacio particular y privado!
Hasta este verano estaba totalmente abierto...lo que ocurre es que se ha venido abajo una de las casas y ahora hay peligro de derrumbamiento. Merecía la pena verla, yo tuve la oportunidad de husmear por todas partes y es una maravilla. Siento que ya no sea posible...
Aprovechando mi visita a Cáceres pasé por Zamarrilla, sin pérdida alguna la encontré cerrada pero estaban los dueños dentro y tras un rato hablando nos permitieron entrar. Nos comentaban la cantidad de gamberros que iban a robarles, que cada hermano estaba reformando la casa que le había tocado por herencia y estaban hartos de tanto visitante (me incluyo). Tienen pensado reformar verjas y paredes para que no entre nadie por allí y así evitar accidentes por los seguidos derrumbamientos a parte de evitar personas irrespetuosas. Es todo precioso aunque los pajares los costruyeron en los años 30 segun me contaron. Apuesto que me tocó el propietario más majo, porque me comentó que sus primos y hermanos son claros. Nadie entra para absolutamente nada sean quien sean :D un saludo!
Me gustaria saber a que parroquia pertenecia esta localidad en el siglo XVIII ya que tengo algun antepasado bautizado en ella.