El Medallón de la Muerte

El miedo a la muerte ha sido algo que ha acompañado al hombre desde el comienzo de los tiempos, es algo inherente a la propia naturaleza humana. Durante siglos tanto los poderes políticos como religiosos han usado la muerte para conseguir su propósito: amedrentar al pueblo con acelerar su llegada en caso de desobediencia.

La religión cristiana considera a la muerte como el fin de la permanencia física del ser humano en su estado carnal, el espíritu abandona el cuerpo físico que se deteriora e inmediatamente vuelve con Dios.

La Muerte ha sido representada desde el siglo XIII por la mayor parte de los escultores cristianos con forma de un esqueleto empuñando una guadaña, con la que sesga la vida, y en ocasiones también se representan acompañada de un reloj de arena y otras armas.

Es frecuente ver representada a la muerte tanto en edificios civiles, como religiosos, en ocasiones la muerte nos sorprende escondida entre los muros de algún monumental edificio, como es el caso de la Catedral Nueva de Plasencia.

La Catedral Nueva de Plasencia se empezó a construir en el año 1498 por iniciativa del obispo Gutiérrez Álvarez de Toledo y se finalizó en el año 1578, en el que las obras sufrieron una paralización. Más tarde fueron retomadas durante el siglo XVIII, quedando finalmente inacabada.

La majestuosa fachada de la Catedral Nueva de Plasencia, renacentista de estilo plateresco, comenzó a construirse en 1517 se terminó en 1558. Está dividida en cuatro cuerpos y cinco calles, que constituyen un auténtico retablo en piedra. Le faltan las estatuas, que nunca llegaron a esculpirse. Probablemente la obra fuera iniciada por Juan de Álava, prestigioso arquitecto del Renacimiento (siglo XVI), y gran maestro del plateresco español, y terminada por Gil de Hontañón.

El medallón de la Muerte, no es más que una representación de artística en bajorrelieve de la defunción, se encuentra situado en la fachada plateresca de la Puerta Norte de la Catedral Nueva, junto a muchos otros personajes colocados también sobre medallones. Ubicada en la esquina inferior derecha, aparece como si fuese el último personaje que nos encontramos en un recorrido (vital) visual que haríamos de la fachada de arriba hacia abajo.

El medallón de cuerpo bajo de la fachada placentina abierta en el muro del evangelio, nos representa a la muerte con un esqueleto acompañado de una guadaña y una pala. No se trata ni más ni menos que de un relieve artístico representativo de la mentalidad y filosofía de una época, el artista recoge así la visión de la Iglesia Católica sobre la vida y la muerte, que al fin y al cabo es quien paga y manda realizar la obra.

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