El Barquero del Colmillo: el vampiro extremeño

Durante años, el legendario río Guadiana se ha cobrado la vida de una gran cantidad de personas, sobre todo de adultos, el investigador extremeño Fermín Mayorga ha recogido algunas de estas muertes de la zona de Cheles consultando el libro de defunciones de su parroquia y nos trae una relación de sucesos:

“D. Francisco de Sosa cura de esta villa de Cheles ha dado sepultura eclesiástica el día 12 de julio de 1680 a Domingo Rodríguez Cayero, vecino que fue de esta villa y marido de María Cayera.  Se encontró muerto en la ribera del Guadiana”

“En la villa de Cheles en 20 días del mes de noviembre de 1685, se encontró muerto un hombre castellano, fue conocido a pesar de estar desfigurado por llevar día muertos en la rivera del Corcho termino de esta villa. Está sepultado en la iglesia parroquial. Lo enterró D. Miguel de Cañas cura de esta villa”.

“En la villa de Cheles el 10 de diciembre de 1688, se enterró en sepultura de la iglesia a un hombre que se encontró ahogado en la rivera del Guadiana en el termino de Alconchel, en el sitio que llaman el Valle de las Yeguas. Fue enterrado por D. Miguel de Cañas”.

“En la villa de Cheles el 13 de febrero de 1688, llegó hasta este pueblo una mujer con un niño ahogado la cual dijo que se había ahogado en la rivera de Táliga”.

Y es que en Cheles al igual que en otras poblaciones cercanas al Guadiana, y debido al gran número de personas que perdieron la vida ahogadas en el río,los padres cheleros para evitar que sus hijos se acercasen a la orilla del río les contaban la historia de "El Barquero del Colmillo".

De este particular vampiro, El Barquero del Colmillo, se contaba que era de nacionalidad portuguesa, que se ocultaba entre las grandes matas existen en medio del cauce del Guadiana montado sobre una barca rectangular pintada de color negro, siempre iba de pie en la embarcación con un palo largo que le servía de apoyo y fuerza para moverla. Vestido como un fraile, llevaba una gran capucha de color marrón que le cubría su rostro y una gran capa de color negro sobre sus espaldas. La cara jamás nadie se la pudo ver pero se dejaba verentre la capucha un descomunal diente que le salía desde la boca. Cuentan que su peligro subyacía en que remaba muy rápido, sorprendiendo a sus victimas, a los que les clavaba su largo colmillo y les chupaba la sangre, dejándolos desangrados y tirados sobre el cauce del río simulando así que se habían ahogado.

Para alimentar más aún esta leyenda Fermín, nos trae la misteriosa muerte de un adolescente natural de Cheles, y es que en 1891 el cuerpo de Ramón Pitera González de 14 años fue encontrado flotando en el Guadiana, este es un fragmento del registro de su muerte encontrado en los libros de defunción de ese año:

“D. Fernando Rodríguez Madora, Médico titular de esta villa de Cheles y Cristóbal Falcato, sangrador Flebetomítico, dictaminan que la muerte fue producida a consecuencia de asfixia por estrangulamiento ignorándose el día y hora que pudiera tener efecto. Se le dio sepultura eclesiástica al citado cadáver según las preces que obliga el ritual romano. Cheles 22 de junio de 1891. Firmado Joaquín Manzano”

Sea cierta o no la leyenda del barquero, el caso es que aún a día de hoy se cuenta en Cheles que por las tranquilas aguas del embalse de Alqueva en las noches de luna llena se ve navegar a este vampiro junto a la presa intentando sorprender a algún despistado al que succionar la sangre para saciar su sed sanguinolenta.

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