• La Virgen de la Paz

    La Virgen no tardó en escucharlo y el bullicio comenzó a cesar trasformándolo en un lugar de paz y sosiego.

  • La mora encantada de Sierra de Gata

    Existe un roquedo conocido como las Torres de Fernán Centeno, bajo las cuales se dice que habita una enorme mora encantada, nieta del famoso gigante de Fierabrás.

  • El Mártir de Cambroncino

    Cuando se disponía a cruzar el arroyo, se encontró de frente con la luminaria, era del tamaño de un balón de fútbol, se manifestaba tenue y amarillenta con forma de pera, flotaba en el aire dibujando estelas que se reflejaban sobre el agua.

  • El Conde de Belalcázar y los círculos de fuego

    De repente se vio circundado por unas llamas de fuego que surgían de una especie de socavones que se abrieron en el suelo y que expelían densas nubes de humo que olían a azufre.

  • El milagro de la cortina de la Virgen de Guadalupe

    Al momento resonó, en el templo el primer versículo del Magnificat y en ese mismo instante la cortina que cubría a Nuestra Madre Inmaculada se replegó por sí sola y la imagen gloriosa de la Virgen de Guadalupe se mostró ante la admiración de los asombrados presentes.

  • La leyenda del Puente de la Doncella

    La joven viéndose acorralada consiguió en el momento justo saltar por la ventana y huyó hacia las afueras del pueblo, el vaquero la persiguió veloz y cuentan que estando cerca de un puente que cruza el Ambroz, cuando estaba a punto de darle alcance el vaquero, la joven decidió tirarse por el puente y acabar así con su vida, mejor morir que ver mancillada su honra de aquella manera.

  • Florinda “La Cava” y el infante encantado

    El espíritu del infante acecha por las noches entre las ruinas del castillo y secuestra a los muchachos que por allí pasan, que terminan desapareciendo al ser encerrados entre las ruinas de la fortaleza.

  • El fantasma del Colegio Virgen de Guadalupe

    Este último piso parece que sigue siendo en el colegio un tema tabú, del que los profesores y responsables no quieren hablar, como ya he comentado, la planta hace mucho tiempo que se mantiene cerrada a pesar de que el centro ha tenido problemas de espacio.

  • La Cantamora, la hermosa mora encantada

    Desde entonces, según cuentan los más antiguos del lugar, todas las noches de San Blás emerge de la fuente convertida en sirena entonando bellas y tristes canciones, mientras se peina sus cabellos de oro con peines de plata y marfil.

  • Noeima: el llanto de la mora del Castillo de Monfragüe

    Aun hoy juran haber oído el llanto de una joven en la oscuridad de la noche o haber visto la silueta de la bella sarracena sentada en el Cancho de la Mora.

  • Pages