• La enigmática dama de negro

    La extraña figura jamás se giró, por lo que no supo distinguir si se trataba de un hombre o una mujer, se mantuvo siempre de espaldas a Teodosio aligerando o ralentizando el paso según hiciera el aldeano.

  • El Ángel de Riomalo

    Al poco tiempo, aquella misteriosa figura se quedó parada a unos cincuenta metros de él mirándolo fijamente y fue entonces cuando a nuestro amigo se le heló la sangre, aquel no era ningún vecino del pueblo, de hecho, ni siquiera tenía aspecto humano.

  • El Duende Jampón

    Es tan pequeño que no levanta dos palmos del suelo, tiene unos pies enormes, más grandes que el cuerpo (similares a los de una persona adulta), por lo que duerme de pie, durante el día, esperando a que el caiga el sol para saciar durante la noche su hambre voraz.

  • El ‘Ensotanado’ de Garganta la Olla

    Se le debió helar la sangre, mientras se encontraba agachado atizando el fuego, al ver junto a él, las pezuñas de un chivo, al levantar la mirada pudo comprobar como las extremidades pertenecían a la extraña religiosa. Muerto de miedo, a José se le escapó un “¡Jesús!” que produjo la espantada de aquella siniestra mujer de la cabaña.

  • El Chancas de Acero

    En ese momento aparece un enigmático humanoide que sobrepasa los dos metros de altura, de aspecto robótico con gruesas piernas de metal y que camina dando zancadas muy torpemente y arrastrándose de de forma cansina. Se presenta totalmente cubierto por lo que parece ser un traje o armadura metalizada, con cinturón y hebilla centelleantes.

  • El Descabezado de Rubiaco

    Caminando en su dirección se aproximaba una figura gigantesca de más de dos metros de altura, sin cabeza, que movía los brazos como un militar y vestía camisa blanca con una cinta negra al cuello y piernas oscura.

  • Rosaura "La Bella"

    Al acercarse el cazador, quedó mudo, absorto, no daba crédito a lo que sus ojos veían, una niña desnuda, ensangrentada con las carnes destrozada se encontraba atada a un árbol.

  • Leonarda y el Mercader de Zafra

    Su internamiento en el monasterio fue apoteósico, sus propios compañeros de milicia la acompañaron entre estruendosas salvas de tiros y descargas.

  • El Ídolo de Cambroncino

    La figura antropoforma se representa totalmente conformada, y fue tallada realizando formas semicirculares, trazos oblicuos y aprovechando pequeñas oquedades. El cuerpo trazado a través de dos líneas oblicuas sujeta la cabeza, donde se representa el rostro de un sujeto con una cara extrañamente triste.

  • Visiones de Jesús de Nazaret en Santibáñez El Bajo

    Mareada comenzó a observar como todo lo que se encontraba su alrededor empezó a desaparecer como por arte de magia: el campo, las cabras… De pronto pudo observar como una nube blanca de aspecto inmaculado descendió del cielo y de ella sobresalió un rostro, no se veía demasiado bien, pero si pudo observar su perfil y medillas, parecía ser una cara dulce.

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