-
La leyenda del Puente del Cardenal
El arriero, sobrecogido, miraba y remiraba el abismo que había cruzado dormido. Los compañeros tuvieron que agarrarlo y devolverlo a la posada, abrumado por la impresión de lo que podía haberle su¬cedido
-
Noeima: el llanto de la mora del Castillo de Monfragüe
Aun hoy juran haber oído el llanto de una joven en la oscuridad de la noche o haber visto la silueta de la bella sarracena sentada en el Cancho de la Mora.