La leyenda del “Pozo Santo”

A las afueras de Azuaga, próximo al Castillo de Miramontes, aún se conserva uno de los lugares más emblemáticos de la localidad. Hablamos del conocido como “Pozo Santo”, el pozo más antiguo del pueblo. El denominado “Pozo Santo” no es más que un aljibe de época mudéjar, a él se accede a través de unas escaleras que conducen hasta el mismo nivel del agua, los peldaños de estas escaleras discurren bajo una galería cubierta por falsa bóveda de mampostería. Hace varias décadas su agua era usada con fines domésticos, aunque el manantial no fue nunca demasiado abundante su agua siempre fue calificada como muy buena. Actualmente una verja impide el paso al pozo para evitar actos vandálicos.

Existe una leyenda en torno a este pozo que dice lo siguiente: 

Cierto día, hace ya muchos años, una vecina del pueblo se dirigía al pozo a recoger agua. La señora entró por la puerta del aljibe, bajó las escaleras y echó el cubo al agua para que se llenase. Una vez lleno el cubo al irse a agachar para recogerlo resbaló en un peldaño con tan mala fortuna que cayó al agua. Cuentan que la señora no sabía nadar y que presa de la angustia poco a poco se iba hundiendo cada vez más. Pero en un momento dado, antes de que su cuerpo se sumergiese por completo, el nivel del agua del pozo comenzó a subir. La mujer, como pudo, intentó mantenerse a flote en dirección a las escaleras lo que le permitió poder aferrarse a un peldaño y poder salir del pozo por su propio pie. Desde aquel día en Azuaga el aljibe es conocido como el "Pozo Santo” porque se cree que fue Cristo quien obró tal milagro.

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1 Comentarios

  • Curro November 22, 2015 reply

    Creo que la Fuente Atenor es más antigua, de la época romana.

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