El ángel anunciador de Garganta la Olla

En Garganta la Olla, la mañana de cierto día del mes de octubre de 1934, Elvira y su marido se dirigían como cada día a trabajar en las faenas agrícolas en una finca conocida como “Las Majaillas”. Por aquellos entonces la nuera de ambos, Gervasia Hernández, se encontraba en su noveno mes de gestación y estaba a punto de dar a la luz.

Esa mañana Elvira viviría un suceso que marcaría a esta valiente mujer de por vida. Estando agachada trabajando la tierra sintió una presencia junto a ella, al levantar la vista del suelo y a pocos metros pudo observar una extraña imagen resplandeciente, parecía la figura de una persona de corta estatura y rostro hermoso y aniñado, este misterioso personaje tenía los brazos extendidos y se encontraba acompañado de una luminosa esfera, vestía ropa ceñida y una blusa que parecía tener un color rojizo.

Tras unos segundos de incertidumbre, Elvira se arma de valor y se dirige hacia la luminaria para ver de que se trataba, pero antes de llegar el extraño visitante y la esfera desaparecen. En ese preciso instante la mujer escuchó una voz dentro de su cabeza que la decía:

Marcha con rapidez al pueblo, pues tu nieto ha nacido. Deberéis ponerle por nombre Ángel

Elvira que no podía creer lo que estaba viviendo fue a buscar a su marido, que se encontraba enfrascado en el trabajo, totalmente ajeno a la visión, y tras convencerlo volvieron a Garganta la Olla. Sorprendidos quedaron al llegar a la casa de su nuera, pues efectivamente su nieto había nacido tal y como lo había anunciado aquel extraño visitante en “Las Majaillas”.

Elvira les contó a su hijo y nuera, Petronio García y Gervasia Hernández, el suceso que había vivido y a pesar de su incredulidad accedieron a ponerle de nombre Ángel.

Ángel García, desde su nacimiento se convirtió en el nieto favorito de Elvira, a pesar de contar ya para entonces con más de veinte. Desde pequeño aseguró haber sentido una especie de  protección especial, como si un ángel de la guarda lo acompañara en todo momento. Salvo por esas sensaciones, Ángel fue una persona de lo más normal, en el pueblo fue monaguillo y ya de adolescente sintió la llamada de Dios e ingresó como fraile en una orden religiosa, llegando a ejercer incluso a Latinoamérica, pero al cumplir veinticuatro años se dio cuenta que aquel no era su camino y abandonó la orden.

Ya de vuelta en España trabajó en distintos oficios hasta que un golpe de fortuna le llevó a ganar la lotería, con el dinero obtenido logró montar una perfumería que hasta no hace mucho regentó en Talavera de la Reina (Toledo).

Analizando la vida de Ángel no observamos ningún acontecimiento fuera de lo normal que lo hiciera ser singular, salvo por la especial protección que dijo sentir y por ser agraciado con la lotería. Pero entonces… ¿Por qué fue anunciado de una manera tan pomposa por lo que parecía ser un ángel celestial?

Porque… ¿fue realmente un ángel la aparición que tuvo Elvira? Las personas más religiosas pensarán que sin duda la aparición correspondería a un mensajero de Dios, sin embargo los amigos de la ufología podrían pensar en un personaje de naturaleza extraterrestre con capacidad para emitir mensajes telepáticos.

En cualquier caso sea como fuere todas estas incógnitas quedan sin resolver y Elvira jamás volvió a tener comunicación con aquel ente.

Fuente: Extremadura Misteriosa / José Manuel Frías
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