• Fenómenos extraños en la Carretera de Extremadura

    Se disponían a cruzar el puente que existe, nada más pasar el Puerto de Miravete y el desvío hacía Romangordo, cuando de repente se mostró ante sus ojos un enorme y extraño muro que apareció en mitad del puente ocupando toda la calzada

  • La Portuguesa, la dama de blanco talaverana

    Aquellos conductores que se han encontrado con tan aterradora aparición la describen como una mujer delgada que lleva un vestido largo compuesto por retales o harapos manchados de sangre en su parte inferior.

  • La Casa del Miedo de La Codosera

    Enseres domésticos que se desplazaban solos, puertas cerradas con llave que se abrían durante la noche, útiles de cocina que aparecían revueltos al amanecer ó cántaros que se precipitaban desde el poyete de una fuente cayendo al suelo y quebrándose.

  • La casa del miedo de Tornavacas

    Una noche en que estando su alcoba bien cerrá, el espíritu del muerto se coló por la rejendija de la llave. Y cuando la tía V. se dispertó, vio delante de ella al pañero muerto, vestío con la ropa que entonces gastaban, y los paños cargaos al hombro. Decía que no la habló ni na…

  • Casa del miedo de Badajoz

    Contaban los periódicos locales de la época que en la casa, al anochecer y mientras sus inquilinos dormían, se producían una serie de ruidos extraños producidos mayormente por enseres domésticos que se cambiaban solos de sitio y puertas que se abrían y cerraban solas.

  • El Olivo de Ánimas en Ceclavín

    Debería conseguir las llaves de la iglesia y acudir a medianoche al templo, allí debería encender una serie de velas justamente cuando el reloj diese las doce.

  • Crimen por amor

    Asesinaron al esposo de la mujer y con el fin de eliminar pruebas echaron su cadáver atado de pies y manos al arroyo Godolid.

  • La niña de Valparaíso

    La niña al vernos se nos queda mirando sin ninguna expresión facial y al poco tiempo se desvanece, como si fuera una alucinación de nuestra mente.

  • Aparición mariana de La Codosera

    Muerta de curiosidad volvió a mirar sobre el mismo castaño y cual fue su asombro al distinguir claramente a la Virgen de los Dolores, con manto negro, se encontraba envuelta en unos rayos luminosos y elevada sobre la mitad del tronco, estaba de perfil mirando hacia el pueblo con las manos juntas y un rostro bellísimo reflejaba una divina tristeza.

  • La Cueva de los Maragatos

    Para encontrar estos tesoros es necesario realizar un ritual: hay que llevar la flor de un helecho macho, dos objetos sagrados, una servilleta sin estrenar y una vela encendida.

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